30 frases de amor de Paulo Coelho

Escritor, director de teatro, peregrino, mensajero de la paz de la ONU… Paulo Coelho (Río de Janeiro, 24 de agosto de 1947) es el autor en lengua portuguesa más leído del mundo y uno de los escritores de literatura de autoayuda más populares. Su obra más conocida es El alquimista. En sus novelas, el amor como herramienta de autodescubrimiento y de trascendencia del ego es un tema fundamental. Estas son algunas de sus reflexiones más bellas:

El amor se descubre a través de la práctica de amar y no de las palabras.
Dile a tu corazón que el miedo a sufrir es peor que el mismo sufrimiento. Y ningún corazón ha sufrido alguna vez cuando va en busca de su sueño.
En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.
No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
El amor no está en el otro, está dentro de nosotros mismos; nosotros lo despertamos. Pero para que despierte necesitamos del otro.
El amor solo descansa cuando muere. Un amor vivo es un amor en conflicto.
¿Cómo entra la luz en una persona? Si la puerta del amor está abierta.
El amor más fuerte es aquel que puede mostrar su fragilidad.
El amor es arriesgado, pero siempre ha sido así. Hace millares de años que las personas se buscan y se encuentran.
El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor.

Todo está permitido, menos interrumpir una manifestación de amor.
El amor empieza con una mirada, se decide con una palabra, se siente con un beso y se pierde con una lágrima.
De las naturalezas diferentes nace el amor. En la contradicción, el amor gana fuerza. En la confrontación y en la transformación, el amor se preserva.
En el amor no existen reglas. Podemos intentar guiarnos por un manual, controlar el corazón, tener una estrategia de comportamiento... Pero todo eso es una tontería.
Acumular amor significa suerte, acumular odio significa calamidad.
Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree.
Solo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.
Quien ama esperando una recompensa está perdiendo el tiempo.
Las mujeres no buscan un príncipe azul. Buscan un hombre que las haga reír, gozar, vivir, disfrutar, y que las trate como princesas.

Esto es la libertad: sentir lo que el corazón desea, independientemente de la opinión de los otros. El amor libera.
El verdadero amor no consiste en tratar de corregir a los otros, sino en alegrarse al ver que las cosas son mejores de lo que esperábamos.
Toda la vida del hombre sobre la faz de la tierra se resume en la búsqueda del amor. No importa si finge correr detrás de la sabiduría, el dinero o el poder.
Amar es observar las mismas montañas desde ángulos diferentes.
El amor es una fuerza salvaje. Cuando intentamos controlarlo, nos destruye. Cuando intentamos aprisionarlo, nos esclaviza. Cuando intentamos entenderlo, nos deja perdidos y confusos.
Cuando se ama no tenemos ninguna necesidad de entender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros.
El amor es como las represas: si se deja una brecha por donde pueda meterse un hilo de agua, en seguida empieza a destruir las paredes. Llega un momento en que ya nadie puede controlar la fuerza de la corriente.
Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierden completamente su importancia y solo existe aquel momento.

El amor puede regalar el infierno o el paraíso. Pero siempre nos lleva a alguna parte.
Quien ama esperando ser amado, pierde su tiempo. Ama por la alegría de amar.
El dolor está en nuestra vida cotidiana, en el sufrimiento escondido, en las renuncias que hacemos, y culpamos al amor por la derrota de nuestros sueños.