Cómo cuidar tus rosales

Aprende a cuidar tus rosas durante el calor del verano

Cortando rosas secas
Olga Ponomarenko/Getty Images

La rosa es de las flores más utilizadas por el ser humano. Cuando no se sabe qué decir, muchas personas recurren al lenguaje de las rosas. Es que son hermosas, saben despertar pasiones con sus  colores inigualables y son bien recibidas en cualquier época del año.

El único problema es que un bouquet de rosas puede ser costoso. Sobre todo cerca de fechas especiales como el Día de los Enamorados, el Día de las Madres, etc. Por eso tener un jardín de rosas en el patio siempre es una gran alternativa. Así cada vez que las necesites solo tendrás que salir a fuera a buscarlas.

Por otro lado, el cultivo de rosas puede ser un poco majadero. No que sea difícil, pero estas son plantas a las que hay que darle buen mantenimiento. Sobre todo en las épocas de más calor durante el verano. Conoce aquí cómo mantener tus rosas en "top shape".

Hidratación profunda en Verano

Antes de que comience el verano, las rosas han pasado por un periodo de éxtasis gracias a las bondades de la primavera. Época en que el clima está fresco, el sol aún no quema y los terrenos se mantienen húmedos por más tiempo. Pero una vez el sol de verano azota, es hora de protegerlas. 

A las rosas les fascina el sol, pero en verano este puede ponerse muy fuerte y llegar a castigarlas. También el  terreno se reseca con mayor facilidad y las rosas están menos hidratadas.

Así que el primer paso es asegurarnos de que nuestros rosales tengan agua para beber de una forma constante. Esto se logra regando el terreno en las mañanas de forma profunda al menos una vez por semana. Dependiendo de la composición del terreno y cuanto retengan la humedad, los riegos deben ser más o menos seguidos.

Procura regar el terreno, no las plantas ni las flores. El agua acumulada entre las hojas puede crear hongos y otros tipos de enfermedades.

Agrega “mulch”, pajote o viruta de jardín

Si tu terreno tiene una composición algo arenosa y no retiene bien la humedad, o si el sol está demasiado fuerte en tu zona, agrégale una capa de “mulch” al terreno. Esto lo mantendrá húmedo por más tiempo y evitará el crecimiento de las típicas malas hierbas de verano. 

No cubras con mulch demasiado cerca del tronco, ya que los rosales tienden a ser muy susceptibles a los hongos causados por los excesos de humedad. 

Elimina hojas y flores secas

Una vez las hojas y flores estén secas, es buena práctica irlas eliminando. De esta forma no solo estarás ayudando a la planta a conservar energía, pero también promoverás los nuevos crecimientos. También evitarás que alguna plaga las utilice como refugio. Las plagas tienden a esconderse y a mantener crías debajo de las hojas secas y las flores muertas.

Fertiliza de forma orgánica

Las plantas de rosas se deben fertilizar tres veces al año. Justo cuando comience la primavera y luego de la última helada, una vez estén en pleno florecimiento y a mediados del verano. Esta última debe ser  la última del año. Sobre todo si vives en una zona donde baja mucho la temperatura en invierno. Si fertilizas más tarde en el año, estarás promoviendo el crecimiento de hojas nuevas que se congelarán con el frío.

Lo ideal es utilizar fertilizantes orgánicos como la composta ya que no quema las plantas. Asegúrate de regar de forma profunda el mismo día que las fertilices.

Prevención de plagas

En verano tus rosales se pueden convertir en un motel de plagas. Entre las más comunes se encuentran el pulgón verde, los escarabajos, los oídios y muchos tipos de hongo. Así que inspecciona tus plantas una vez a la semana. En caso de algún ataque, utiliza remedios caseros antes de usar pesticidas. 

Para mantener tus rosales saludables y floridos hay que atenderlos. Con las rosas mi mayor consejo es la constancia y la prevención, ya sea para protegerlas del sol excesivo, de las plagas o de admiradores oportunos que quieran llevarse unas cuantas.